Los Rostros de la Fe
Una mirada de devoción. El latir de un corazón entregado a una fe maravillosa. La promesa y el compromiso del alma, del espíritu, de la esperanza. Hombros cansados por los años pero fortalecidos por amor. El andar lento de de un grupo humano unido como pocos se ven en estos días. Esto es la Mama Asunta en Chachapoyas.
Una mirada de devoción. El latir de un corazón entregado a una fe maravillosa. La promesa y el compromiso del alma, del espíritu, de la esperanza. Hombros cansados por los años pero fortalecidos por amor. El andar lento de de un grupo humano unido como pocos se ven en estos días. Esto es la Mama Asunta en Chachapoyas.
-Ahí viene Mama Asunta- pregona la gente a ver el mar de personas acercarse. – Mírala, tócala, pídele salud- son palabras que se escucha de entre los espectadores. Cada paso de fe no puede parecerse al anterior, en cada movimiento avanza una suplica y una petición de perdón de personas en busca de la paz, tan ansiada y tan complicada de hallar.
Cada niño es muestra de una cultura de devoción, de un amor heredado y de una tradición viva en el corazón de las personas.
Fotos: Habrahan Michell León León