miércoles, 19 de septiembre de 2007

alas, picos, patas... un paraíso

Loros de cabeza roja, una ruidoza belleza.

AVES DE AMAZONAS


Amazonas, tierra que, desde mi llegada no ha dejado de sorprenderme, esta ves me ha permitido apreciar a través de mi lente fotográfico, la maravilla de su fauna alada. Una cantidad enorme de especies tienen como hogar esta fantástica geografía, donde aún pueden levantar vuelo con tranquilidad y alegrar las mañanas con su canto celestial. Casi no tengo palabras para describir lo que mis deslumbrados ojos han podido ver. Ahora reemplazaré mi imperfecta prosa, por la perfección de la naturaleza, citando aquella conocida frase…


“UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS”.


HABRAHAN MICHELL LEÓN LEÓN

PARAÍSO ALADO


Bandada de Loros de cabeza roja.


Loros de cabeza roja.

Loros de cabeza roja.


Especie que no identificado. Parecido a un zorzal.

Gorrión común.


Ave conocida como "pepito", nombre puesto por los lugareños.

Colibrí.

Colibrí.

Más colibríes.

Otro colibrí más.

Uno más.

Ave llamada "Lic Lic", nombre puesto por el sonido que hace.
Especie de pajaro carpintero, llamado por los lugareños como "cararaj".

Cara - Cara.

Ave pequeña, avistada en el valle de Huaylla Belén.

Ave fotografiada en Huaylla Belén.

Por el sonido de su canto, esta ave es conocida como "Quien Quien".

Huellas de Pato silvestre.

Pato silvestre.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Maravilla natural

Fotografiada desde el mirador de Valera.


GOCTA


Hace 2 años una noticia puso de pie a casi todo el Perú, se dio a conocer la que seria la tercera catarata más alta del mundo ubicada en el departamento de Amazonas. -¿Algún día la conocería?- fue la pregunta que me hice en ese momento.


El despertador hizo su trabajo aproximadamente a las cuatro de la madrugada. Luego de casi una semana de viajes y caminatas, mi cuerpo pedía descanso. Despegarme de las tibias sábanas de mi hospedaje fue la tarea más difícil, pero necesaria. Al sentarme en el filo de la cama, pensaba que había sido mala idea dejar la caminata más difícil para el final, casi tres horas de una húmeda trocha, sin pausa, intimidaba bastante a mi agotado ser.


Edwin, para variar, ya estaba esperándome en la puerta del hotel, faltaba solo recoger a Javier, alumno de la UNAT, quien sería mi guía y apoyo aquel día. La alegría característica del bohemio estudiante al entrar en el auto, dio un aire nuevo al viaje, las pícaras bromas y risas interminables fueron acompañantes precisos para iniciar un día especial, como especial seria lo que nuestros ojos estarían por conocer.


Cocachimba, el pueblo desde donde sería nuestra partida, nos recibía con un sol ausente, aquella falta de calor fue sustituida por la abrigadora recepción de los simpáticos pobladores, quienes a pesar de ser muy temprano ya estaban en pie y haciendo sus labores cotidianas. Don Telésforo, secretario de turismo en la localidad por aquellos días, se acercó a darnos la bienvenida y proveernos de toda la información necesaria para nuestra visita a la catarata. Luego de hacer el pago correspondiente para el ingreso, Javier y yo emprendimos la caminata hacia nuestro objetivo, GOCTA!


Llevábamos apenas 30 minutos caminando y las piernas la empezaban a mostrar los inconfundibles signos del cansancio. Acompañados siempre por un interminable desfile de mariposas, tratábamos de llegar a un primer mirador y así disparar nuestras primeras fotografías de la bella caída de agua. Una resolana, producto de los rayos de sol filtrado por las cerradas nubes en el cielo, producían un efecto que no permitiría, desde mi punto de vista, conseguir la foto deseada.


Al llegar a uno de los miradores, lo que suponíamos se acentuaba, la luz no era la mejor, esto empeoraba con las gotas que caían, anunciando una lluvia que dificultaba, aun más, todo el trabajo encomendado. -¡Por Valera!- dijo Javier, indicando regresar a Cocachimba y dirigirnos a la localidad de San Pablo de Valera, otro punto de ingreso para la catarata. Todas las dificultades encontradas en nuestra primera incursión, indicaba que sería la mejor decisión a tomar.


En Valera, la lluvia parecía no tener fin. El tiempo corría contra nosotros. Cansados por la primera caminata y bien cubiertos con nuestros ponchos para la lluvia, decidimos avanzar. Este camino, mucho más llano que el otro, nos llevaría hasta un mirador ubicado a una hora y media por una trocha igual de complicada que la primera. desde allí podríamos hacer fotos de toda la catarata. La humedad reinante y el calor provocado por el esfuerzo físico de nuestros cuerpos cubiertos con los impermeables, provocaban un bochorno insoportable, pero no podíamos detenernos, era nuestra última oportunidad.


Nuestra dura travesía de aquel día, nos dio por fin un premio más que sorprendente. Con forme continuábamos nuestros ojos se habrían paso de entre los arboles, teníamos a la vista la primera caída. La lluvia, que tanto habíamos maldecido, provocó un aumento considerable del caudal. -¡Esta genial!- dijo Javier, -¡Jamás la he visto así!- Agregó. Sus ojos, al igual que los míos, mostraban alegría, parecía ser otra catarata y no la que vimos horas más temprano. El cansancio pareció desaparecer, las fuerzas volvían y solo teníamos en mente llegar, sea como sea.


Habíamos caminado toda la mañana, primero por Cocachimba y luego por San Pablo de Valera, casi cinco horas y media de un andar interminable, de un sufrimiento a cada paso, fue bendecido por la mas espectacular maravilla de la naturaleza, ante nosotros, con un rugir impresionante, GOCTA, la tercera catarata más alta del mundo nos permitía verla en toda su magnificencia.
Hicimos las fotografías y me senté a contemplar este regalo de Dios, pensaba en qué más se le puede pedir a este mundo, en qué nos falta para ser felices, solo la palabra PAZ llegaba a mi mente. Si tan solo pudiéramos estar en armonía, como la naturaleza lo está, otro sería el destino del hombre y de todos los seres que con él conviven.


Habrahan Michell León León

Con el permiso de la naturaleza...



Detalle de la segunda caída - Mirador de Valera.

Fotografiada desde el mirador de Valera.

Vista de las dos caídas - Mirador de Cocachimba.


Detalle de la catarata y el bosque que la rodea.

Panorámica de la segunda caída.

Detalle de la segunda caída.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Presencia ancestral.


KUELAP

Promediaban las 2am, ya me encontraba alistándome en mi hospedaje y a la espera de la movilidad que me llevaría hasta la Fortaleza de Kuelap. Como siempre Edwin, experimentado chofer, con una puntualidad incomparable, ya estaba en la puerta con el vehículo listo. Tomé mi maletín con todo lo necesario para mi trabajo, una casaca gruesa para el frió ya advertido y un paraguas, por si acaso era necesario.

Una ves arriba del auto, Edwin nos decía que el viaje duraría aproximadamente 3 horas y me sugirió dormir para ahorrar energías, la música que acompañaba, muy apropiada, facilitaba el sueño pendiente que me envolvía. Muy bien abrigado y cómodo caí en un profundo sueño imaginando en él todo lo que podría observar al llegar a la maravillosa ciudadela de Kuelap.

-Ya llegamos- dijo Edwin, y como si esas palabras fueran un detonante, salte con energía de mi improvisada cama con ruedas, miré a mi alrededor y aun estaba oscuro. -¿Qué hora es?- pregunté, -las cinco de la mañana- respondió. Habíamos llegado a una pequeña pampa usada como estacionamiento para los vehículos de los visitantes. Baje de carro y un frió penetrante recorrió todo mi cuerpo, -esperaremos un rato más- le dije.

Las primeras luces del alba anunciaban un día maravilloso, ya no era necesario el paraguas. Cogí mis cosas, y baje, aun sentía frió pero ya no podía esperar mas, deseaba poder fotografiar el amanecer desde la fortaleza, así que tome el camino con emoción y prisa a la ves. Una pendiente de 15 minutos que parecen eternos a casi 3000 metros de altura y una travesía de otros 10 minutos me colocaron bajo la muralla sur de la Fortaleza. Una pared inmensa de piedras colocadas con tanta perfección me dejó sin aliento, sumado a la caminata y la altura, era como casi morir, pero en un lugar como este, -bien vale la pena- dije.

Comencé rápidamente a capturar mis primeras imágenes, no pensaba, solo sentía, seguía y seguía rodeando la maravillosa construcción y tomando fotografías, así llegue a la primera entrada. Un sol impresionante me recibía, el calor que sólo el astro rey te puede brindar se opacaba con la magnificencia que la cultura Chachapoyas nos había heredado.

Ahora me doy cuenta que cuando uno conoce obras de tan fabulosas, las palabras sobran.
Habrahan Michell León León.
"DE UNA MIRADA, UNA EXPERIENCIA"

Amanecer en Kuelap, visto desde la segunda entrada.

Panorámica de la muralla Este, primera entrada.

Primera entrada.

Detalle de la construcción, primera entrada.

Interior de casa circular.


"Batan", intrumento usado en la molienda.

Pared de casa circular.


Casa circular.

Tallado en piedra, muralla de la primera entrada.

Fotografía desde arriba de la primera entrada.


Detalle de la muralla interior.


Detalle de ventana en casa circular.




jueves, 6 de septiembre de 2007

Amazonas - Mucho por descubrir!

Fortaleza de KUÉLAP, impresionante construcción ubicada en la
prov de Luya arriba de los 3000msnm.

Recibir la noticia de mi visita al departamento de Amazonas los primeros días de mayo, causó en mi una gran emoción, aquella que solo puede sentir una persona identificada con la naturaleza, la gente y las maravillas que un mundo antiguo heredó a la gente que hoy habita esta maravillosa tierra.

El cosquilleo que revoloteaba en mi nervioso estómago, comparado con el primer día de clases en la escuela, anunciaba una experiencia inolvidable en mi vida. No sólo me alegraba el hecho de recorrer nuevos caminos y captar mediante el arte fotográfico la esencia de todo aquello que me rodearía, también el aprender y entender que todo esto necesita de nuestra ayuda para subsistir, convirtiéndose así en patrimonio sentimental de cada uno de los peruanos, siendo nuestra primordial tarea la conservación de cada una de las maravillas que existen, desde los restos arqueológicos, flora, fauna y la cultura viva presente en los corazones de aquellos que aun viven de su tierra.

Mi trabajo como fotógrafo me llevo primero a conocer los atractivos turísticos de las provincias de CHACHAPOYAS, LUYA Y BONGARÁ, captando en mis imágenes toda la parte arqueológica, muy rica y abundante en todos los lugares definidos como mis recorridos laborales. Quede impresionado con la cantidad de construcciones antiguas y lo magnífico de su elaboración, grabando en mi mente la certeza que grandes hombres y muy capaces nos precedieron en este bello pedazo de paraíso ubicado en AMAZONAS.

La naturaleza también fue objeto del trabajo, así pude visitar la catarata de GOCTA, una caída de agua de 771 metros rodeada de un bosque de nubes habitado por especies animales y vegetales, donde la vida animal aun puede existir sin temor a ser depredada por la única especie que encuentra esta práctica necesaria -EL HOMBRE-.

Otra obra maestra natural es el VALLE DE HUAYLLA BELÉN, un río serpenteante que pasea sus aguas por las llanuras, haciendo posible la presencia de pasto que el ganado de pobladores aledaños usa como principal fuente de alimentación. En la parte alta del valle, rodeando todo este regalo de Dios, un bosque de nubes se levanta impresionante e intimidante, la variedad de fauna y flora que acá se encuentra es digna de respeto y admiración. La presencia de Osos de Anteojos, Pava de Monte y Venado nos indica que este páramo aun se encuentra lejos de la huella humana, permitiendo un exitoso ecosistema lleno de armonía y señorío.

Un lugar que capturó mi atención y dejo perplejo a mis sentidos fue la Caverna de QUIOCTA, una formación natural de casi 600 metros de profundidad, convirtiéndola en una de las más profundas de América y en un destino turístico obligado para todos. Al hacer el ingreso a este impresionante capricho a la naturaleza, uno no puede dejar de creer que está en una especie de túnel del tiempo al observar las formaciones rocosas conocidas como estalactitas y estalagmitas trabajadas en años por la erosión del agua filtrada. La presencia de un cielo razo plano y 6 galerías circulares formadas en la roca de la montaña, me hicieron pensar si la mano humana de nuestros ancestros no habría tenido presencia también en este lugar. Esa es una teoría personal y no tiene la sustentación de un profesional en Espeleología, pero si que la imaginación vuela ante tanta maravilla.

Llegue el 23 de mayo y hasta el día de hoy no he vuelto a pisar suelo limeño, lo increíble de esta tierra ha cautivado mis sentidos, sobre todo el fotográfico. La gente de las localidades situadas en la lejanía de las montaña, sin la contaminación citadina, les proporciona una inocencia que conmueve, tratando al visitante con un cariño incomparable, aquel que perdemos cuando estamos a merced de las necesidades innecesarias que aprendemos cada ves que estamos mas cerca de aquello que llamamos "mundo".

Habrahan Michell León León - FOTÓGRAFO.